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CAMBIO..ESA PALABRA MAGICA

A lo largo de mi vida, he tenido la oportunidad de leer muchos libros, las Escrituras,El Libro de Mormón, libros de filosofía, un hermoso libro sobre los animales ( Calor de Hogar),Juan Sallvador Gaviota, El principito, libros de autoayuda Louise Hay, Lauro Trevisan, El secreto, El poder de la intención, Padre rico padre pobre, La vaca, El vendedor más grande del mundo, he escuchado motivadores como Miguel Angel Cornejo, Rene Mantecón, Luis Ravizza, investigadores de los problemas humanos como Luis Diaz. Tito Figueroa, Carlos Davis, he leído sobre diferentes enfoques de la salud y la enfermedad Dr. Hammer, Dr.Bach, Jennifer Middleton y a pesar de que los temas que abordan son diferentes, llegué a la conclusión que tienen un común denominador en cuanto a los problemas que nos aquejan sean de salud, económicos, sociales, de relación etc. Todos estos libros nos llevan a la instancia de que SI QUEREMOS QUE CUALQUIERA DE NUESTRAS AREAS DE LA VIDA O TODAS MEJOREN, DEJEMOS DE SUFRIR FRACASOS Y NO LOGRAR LAS METAS QUE NOS PONEMOS … DEBEMOS HACER UN CAMBIO. Hasta los animales optan por el cambio, está muy difundida la historia de la transformación del águila, pero yo he encontrado una reciente. Me llegó por correo electrónico una noticia acerca de los koalas, esos animalitos tan extraños de Australia. Ellos han estado sufriendo debido a los incendios que comúnmente suceden en los bosques donde habitan a causa de las altas temperaturas. Por causa de la presencia dañina del hombre que atenta contra la naturaleza, este animal se ve privado de su alimento, las hojas de eucalipto, y también las sequías hacen que, siendo un animal generalmente huidizo del hombre, esté acercándose a él en las carreteras y aún en algunas casas, en busca de agua para beber y refrescarse. No es su naturaleza ser amigable con el hombre… lo hace para sobrevivir.
Esto me hizo pensar en lo que nosotros, como seres racionales, a veces nos negamos a cambiar porque no es nuestra habitual forma de ser.
Aquí viene la segunda reflexión, no solo tenemos que estar dispuestos a CAMBIAR nuestra situación actual con la que no estamos conformes, sino que tenemos que darnos cuenta que es IMPRESCINDIBLE que nos hagamos cargo de nuestra vida y futuro, tanto en la salud, en la economía y en las relaciones … nada va a suceder mágicamente…hay que trabajar en nuestra mente, en los sentimientos, en las emociones, en los sueños y si esto no se logra de un día para otro, darnos cuenta que hay que perseverar. ¿Por qué como empresarios y personas en busca de su libertad financiera tenemos tanto material filosófico para aprender? Por que sin cambios a nivel de conductas y pensamientos, ni el mejor de los métodos o herramientas prácticas nos darán el éxito. Toda instrucción práctica para negocios no nos servirá sin ese cambio de mentalidad que nos mueve a actuar.
Graciela Sutta

DESCUBRE EL PODER QUE HAY EN TI

Se realizará en ROMA del 24 al 27 de junio donde presentará un seminario Anthony Robbins,cuyo título es "Descubre el poder que hay en tí", tuve la oportunidad de leer un material sobre este autor.
El título es "Momentum". En el libro se plantean 7 pasos decisivos para nuestra realización personal:

1- Claridad, 2-Conciencia, 3-Entusiasmo, 4-Focus, 5- Compromiso,6-Momentum, 7- Estrategia y método.

Y al estudiar uno por uno estos pasos, haciendo una introspección, un sincero y abierto análisis de mi vida y metas en este último año, pude darme cuenta del por qué de muchas cosas que no están del todo bien, y a la vez la intensidad con que he buscado alcanzar mis metas.
Tenemos siempre que replantearnos nuestros objetivos a corto, mediano y largo plazos para ponerlos en perspectiva, revitalizar nuestro entusiasmo y darles la importancia que tienen en nuestra vida, de modo que nuestros sueños por fin cobren vida a partir de que hicimos TODO el esfuerzo mental y físico por alcanzarlos.
El título del seminario "Descubre el poder que hay en ti", nos invita, como muchos pensadores, filósofos y motivadores a revalorizarnos, a vernos en un papel más trascendente y más protagonista, aquel en el que vamos a escribir con nuestra pluma la historia exitosa o no de nuestra vida, depende de cada uno, el poder está en nosotros.

Graciela Sutta

SOBRE EL EXITO Y LA FELICIDAD

El éxito no me dio la felicidad, la felicidad me dio el éxito

Durante años creía que era imposible ser feliz hasta que no fuera exitoso o saliera de problemas, lograra esto o aquello, mejorara esta relación, tuviera libertad financiera, reconocimiento. Y todo lo logré temprano en mi vida, superando con creces mis sueños, y sin embargo, aún no me sentía exitoso… sencillamente yo no sabía ser feliz.

Un día me di cuenta que yo agregaba tensiones y cargas adicionales a mi vida. Dejaba de disfrutar lo que me rodeaba, hacía más difíciles mis relaciones con los demás; no por lo que ocurría o no ocurría en mi vida, sino por mi manera de definir el éxito, por lo que yo había aprendido, o mejor, mal aprendido acerca del éxito.

En últimas le daba toda la importancia a ser exitoso y muy poca a ser feliz.

De alguna manera pensaba que ser feliz era ser condescendiente, débil, y eso no me hacía sentir importante.

O, sencillamente, creía que la felicidad llegaría sola a mi vida cuando yo lograra lo que me había propuesto.

Sin embargo, cuando lograba algo, quería algo “mejor”, y por eso me decía que aún no podía ser feliz.

Así actuaba y pensaba en general, haciendo más importante el éxito que la felicidad. Era intolerante y duro, me irritaba o invalidaba a las personas cuando los resultados no eran los que yo esperaba.

Nada de lo que conseguía era suficiente, y cuando lograba algo me reprochaba porque pensaba que hubiera podido ser mejor.

Hacía más importantes los objetivos que las personas.

Pensaba: “negocios son negocios”, y me encontraba con frecuencia manipulando o usando a otras personas.

Creía que el éxito era ser el mejor, el primero, el que más. Era necesario sentir que alguien fuera menos, para yo valer más. Aun así, nunca ganaba, porque aunque me sentía mejor que muchos, al mismo tiempo me sentía peor o menos que los que yo admiraba.

Por eso creo que dicen que el éxito es solitario, porque si soy mejor que unos y peor que otros, ¿quién me queda para compartir?

Cuando pensaba que el éxito era lo más importante, sólo me entusiasmaba con lo que yo creía que apoyaba mi meta, todo lo demás lo consideraba pérdida de tiempo.

Hoy me reprocho todos los momentos que dejé de pasar con los míos (y que ya nunca volverán por angustias de vida o muerte, que ahora ni recuerdo) por proyectos y personas “tan importantes” de las que he olvidado hasta sus nombres.

Cuando pensaba en el éxito me sentía culpable de descansar, de disfrutar, de hacer lo que a mí me gustaba, porque no lo creía alineado con mi meta.

Esta manera de pensar y de actuar me llevó a lograr mucho para afuera y poco para adentro, brillaba en mi soledad y en mi insatisfacción.

De alguna manera me acompañaba una sensación de fracaso, siempre habían nuevas metas, y eso hacía que me sintiera incompleto, no podía ser feliz porque algo me faltaba.

Pensaba más en lo que no tenía que en lo que tenía: cuando estaba junto a alguien que yo pensaba que había logrado más que yo, me juzgaba y recordaba una y otra vez con frustración en mi mente las oportunidades que yo creí haber perdido. Me era difícil relacionarme con las personas: de hecho, me relacionaba más con sus logros.

No puedo decir que ahora disfruto más la felicidad porque un día desperté y lo decidí.

No, fue un proceso muy lento, que me costó amigos, maltratar mi relación con mis hijos, con mi pareja, con mi familia.

Me costó dejar de disfrutar verdaderamente muchos de mis esfuerzos y mis logros. Aunque… pienso que todo es perfecto, porque no hubiera podido ver esto si no hubiera vivido aquello.

Ahora sé que pensar que en este instante me falta algo para ser feliz es imaginarme o decidir que mi pasado, mi presente o mi futuro están incompletos hasta que yo no logre algo que también me estoy imaginando.

Es decidir que un pensamiento mío sabe más que la vida que me dio todo, en cada instante, para ser feliz. Ahora entendí que no me ha faltado, ni me falta, ni me faltará nada.

Que quiero luchar para crecer, que querré por momentos transformar mi realidad, pero siempre querré dar, recibir o aprender.

Que habrán sueños que me entusiasmen y, a través de ellos, me transformen, y miedos que me paralicen hasta que decida transitarlos.

Ahora lucho aún con más pasión por mis sueños, pero sé que en mi vida sólo tengo este instante para ser feliz.

Y como busco la felicidad primero, procuro ser flexible, abierto, tolerante. Valoro, agradezco y disfruto lo que los demás hacen por mí, porque hago más importantes las personas y las relaciones que los proyectos.

Cada cosa que hago es para encontrar lo mejor de mí, para compartir mi camino con los otros, para valorar lo que el otro es en cada instante de mi vida, para que yo pueda ser más pleno, expandir más mi pasión.

Cuando pienso en la felicidad fluyo con pasión por lo que quiero, valoro como un tesoro lo que tengo ahora.

Porque sé que lo me ha puesto el universo en mi vida, en este momento, es todo lo que necesito para lograr mi sueño. Y que mi tarea es buscar, en cada persona y situación que hay en mi vida, el regalo que tiene para mí en ese instante… ¡Esto para mí HOY es el verdadero éxito!

Cordialmente,

Carlos Devis

FUENTE: http://www.blog.carlosdevis.com/yo-creia/#comment-1725